El cine viene en alta y en lata

Está de más decir que la tecnología ya alcanzó tantas áreas, que sería sorprendente descubrir que en alguna no existen avances. El cine es uno de esos sectores que ya sufrió cambios importantes. 

Hasta hace algunos años, las películas se proyectaban con rollos de material fotográfico de 35 mm, este era el requerimiento básico para rodar un filme en cualquier sala de cine o festival. 

Recientemente, la digitalización del material audiovisual y la llegada de la alta definición, prácticamente obligó a productores y realizadores del séptimo arte a entrar en esta vorágine tecnológica e innovar sus procesos. Así es como surge el DCP (Digital Cinema Package).

Esta nueva forma de materializar una película, se la debemos a 7 de los estudios de más renombre en el medio cinematográfico: Disney, Fox, MGM, Sony Pictures Entertainment, Paramount, Warner Bros. Y Universal. 

Ellos fueron quienes iniciaron la digitalización del cine; experimentaron y probaron técnicas para finalmente establecer especificaciones de calidad que pronto se convertirían en reglas generales, si no es que mundiales.

Formatos, resolución de color y de espacio del fotograma, compresión de la imagen, acceso aleatorio a las fotos, encriptación y método de empaquetado de los archivos; son sólo algunos de los aspectos que los trabajadores de la industria del cine deben cumplir a la perfección, para tener su cinta en un DCP. 

Luego, existe todo un proceso de masterización (podríamos decir que son los acabados) y finalmente, la parte emocionante, ¡la proyección!  



¿Qué tenemos hoy? Una lata cuadrada de aproximadamente 13 cm de ancho por 20 de alto que contiene todo el esfuerzo y creatividad de un equipo de producción que, durante años, trabajó para llevar hasta nosotros las ideas de directores, guionistas, fotógrafos y todos los involucrados en la realización de una película. ¿Y los espectadores? Estamos listos para disfrutar el resultado.