Nuestros “nativos digitales” viven en un mundo donde la tecnología ya no es sólo para los adultos, es claro que ellos son los más ágiles usuarios pero en ocasiones no los mejores. Un ejemplo de esto es el uso inadecuado de los teléfonos celulares en las escuelas donde su instrucción educativa puede impactarse negativamente cuando los teléfonos celulares son utilizados para:
1. Hacer trampas en las pruebas/trabajo de clase vía mensajería y cámaras fotográficas de texto;
2. Circular fotos inadecuadas tomadas en baños o vestidores;
3. Uso de las aplicaciones de videojuegos;
4. Usar la mensajería de sonido/de texto durante el tiempo que debe destinarse a la enseñanza;
5. Mensajes para “irse de pinta”;
6. Perder tiempo de clase para corregir interrupciones causadas por el teléfono celular;
7. Utilizar tiempo educacional para investigar hurtos de teléfonos;
8. Perder el tiempo destinado a las tareas escolares, chateando y mensajeando con sus amigos.
Más preocupante aún es el uso del teléfono con acciones que afectan negativamente la seguridad del niño. Incidentes de esta naturaleza incluyen:
1. Planear peleas y lugares para pelear;
2. Enviar amenazas electrónicas/hostigamiento;
3. Planear el reparto/ entrega de droga;
4. Impedir esfuerzos de emergencia esparciendo rumores y la información incorrecta;
5. Publicar información personal y de localización en social media (Facebook, Twitter, Hi5, mySpace, entre otros) sin candados de privacidad y filtros.
Entendemos que las familias confían en los teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos para comunicarse rápidamente y con una dirección correcta pueden ser magníficas herramientas de enseñanza y desarrollo de habilidades en los jóvenes pero las escuelas y sus administradores tienen la responsabilidad ética y legal de asegurarse de que la tecnología está siendo utilizada de manera que no perjudique ni cree condiciones inseguras en las escuelas o demerite el propósito educativo.
En estos tiempos de avances tecnológicos es muy importante platicar con nuestros hijos para que entiendan completamente la importancia de seguir pautas de educación en el uso de la tecnología, también compartir tiempo con ellos para enseñarles el correcto uso de los dispositivos y sentar las normas de uso y comportamiento que deben seguir.